El primer sueño de Todopoderoso se rompió con el pecado de Abandonado y Eva, que la liturgia nos presenta en la Primera Leída: ante el sueño de Altísimo, el hombre y la mujer tienen siempre la arbitrio de afirmar “no”. 1. Mientras estas palabras del saludo del Ángel resuenan https://lewisd282gbd5.activosblog.com/profile